miércoles, 22 de febrero de 2012

SIEMPRE IMPLICA NUNCA

Pues verás, si fuera tu amigo te diría:

¿Te has parado a pensar tan solo dos segundos (mira que dos segundos pueden ser un buen golpe) que esto es para siempre? 

Decir para siempre es decir demasiado. Dicen que nada es para siempre, pero en este caso siempre significa siempre. Y siempre implica nunca.

Nunca... que palabra mas fea. 
Siempre... que palabra mas fea cuando implica nunca. 

Nunca mais.

La distancia tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Que feo es todo. Nunca nos volveremos a ver, y es para siempre. Joder esto es grande, en el mal sentido de la palabra (todo en el mal sentido). La situación de nunca y para siempre es una gran nube negra que me cubre por encima y a 35 km a la redonda, y yo, que no soy de mucho ejercicio, no puedo correr tantos kilómetros para salir de ella sin cansarme. 

Estoy exhausto... estoy corriendo, aunque no lo parezca, estoy corriendo para librarme del nubarrón negro y feo. Ahora llueve y correr con los pies mojados duele.

Pero del negro voy al gris, del gris al blanco y del blanco a la nada. Después de la nada, no hay nada. Ni malos ni buenos recuerdos, ni dolor, ni asperezas, nada de nada. Después de la nada hay paz. Y paz es lo que yo no quiero tener. Dame guerra porque hace tiempo que me acostumbré a estar en las trincheras de esta historia.


Que mejor forma de terminar, después de haberte dado toda la importancia que te merecías, que mandándote a tomar por culo, pero en este caso en el mejor sentido de la palabra, o de la expresión. Por tí y por mí.

La próxima vez que me eches... será de menos.

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