¿Te acuerdas? debes acordarte siempre, ¡ escúchame con atención! ¡siempre!, debes acordarte siempre de cuando por tu culpa descubrí que los Reyes Magos eran papa y mama, que los juguetes de aquel año incierto estaban debajo de la cama y perdí las ilusiones, pero recuerda también que mi mente borró aquello para volver a tener ilusión en lo mágico. Recuerda siempre nuestra forma de quedarnos dormidos con los puntitos de colores de la noche, si yo hacía una flor tu hacías una casa y los dos intentábamos superar al otro. La imaginación no tenía límites por aquel entonces. Recuerda las siestas haciéndole la comida a los gatos callejeros, y como se la dejábamos en el tejado y nos sentiamoss orgullosos cuando descubríamos que se lo habían comido todo. Nunca olvides las tardes de brasero de picón y los libros de colorear, tu siempre lo hacías mejor que yo, nunca sobrepasabas los límites, y yo te odiaba, pero al final, con el paso del tiempo conseguí superarte, es la verdad. Recuerda las veces que los pasos de una madre cabreada, la mejor madre del mundo, pero una madre cabreada, se acercaba hacia nosotros y dejábamos lo que estábamos haciendo para disimular e intentar hacerle ver que no eramos nosotros quienes hacíamos ruido, ¡¡nunca funcionó!!. Recuerda las siestas en el pilón, chapuceándonos muy silenciosamente para que nadie rompiera nuestro mundo y poder estar solos, divagando, sumergiéndonos en nuestras fantasías. Recuerda el día que me hiciste creer que el huerto de tito se había convertido en un paraíso y como te reíste de mi cuando volví con mi cara de circunstancia al comprender que eso nunca sería posible. Recuerda como esperábamos siempre a papa que, acompañado con el olor de su chaqueta, silbaba al tiempo que dejaba caer los paraguas de chocolate sobre la mesa o sobre nosotros. ¿Te acuerdas de Neba? hoy ha venido a mi memoria, no se porqué, esa perra era increíble. Recuerda cuando saltábamos las olas en Benidorm y conocimos a esa holandesa de la que nunca recuerdo su nombre.
Hoy he pasado por una calle y me ha olido a picón, y ese olor ha despertado mis sentidos y mi memoria, y golpes de recuerdo me han venido dando hostias de melancolía. Lo daría todo por dos horas de una siesta, de una noche con puntitos de colores, de un baño invernal, o de una pelea absurda porque tu vaso estuviera mas lleno que el mio. Gracias, sin ti no hubiera sido lo mismo, sin ti hubiera sido como una cocacola sin gas. Te quiero no mau!!