Te quiero a mi pesar. En las conjeturas de un "te quiero" pierdo la esperanza de que el aire de tus labios forme un abrazo que consuele la impaciencia de tres milímetros. Corre y vuela, tráeme una sonrisa en forma de beso y una flor sin espinas. Que no te lo tenga que decir dos veces o cerrare la puerta con cerrojo.