martes, 20 de diciembre de 2011

ESTA FIEBRE DELIRANTE


Este dolor de garganta recuerda a aquellas palabras que se quedaron sin nacer para ser tan placenteramente dedicadas a un príncipe con más oficio que beneficio, en un reino más verdoso que rosado, con cuatro caballos semejante a cuatro mulas, en una tierra con mas alfalfa que frutos deseados.

Esta fiebre delirante recuerda a la falta de delirio en un amor por separado, a pellizcos que eliminan ilusiones en un cuarto amanerado. Esta fiebre delirante hace surcos irreales en mis ganas por tenerte; y me nubla la misma vista que perfiló el futuro anaranjado y que fue tan dulcemente edulcorado por un loco sin espinas, que hoy pincha tan cruelmente que, con pena y con delirio, más te mata y te tortura, más te hiere y más te adula. 

lunes, 12 de diciembre de 2011

DÍAS BONITOS TRISTES


Estamos todos, porque lo que no están también están aunque no estén. Puedo pasarme meses sin verte el careto maldita murguera, a ti puede que no te vea todo lo que quisiera porque ahora la distancia me impide violarte tan cariñosamente. Nos cuesta que estemos todos juntos, pero también es cierto que, tan cariñosamente, nos juntamos si hace falta contra viento y marea. Ahora solo queda que, tan cariñosamente, nos juntemos para compartir los dolores de pleuras por las risas incontroladas.


¿Y si en vez de ser nosotros fuéramos cada uno de nosotros con otros tantos que no fuéramos nosotros? 


Pues no habría accidentes de carricoches, no habría Jennys Humphreys, boicots ni "Lie to me"; no habría micolapis, ni 100 euros de peluquería, ni mordajustas o vírgenes de Carrión; no habría batas verdes, ni berzas intimidantes, ni Calles, Amelies, Nekos, Atunes o Marianos; no habría putillas ni rimmeles transparentes, cejas bien depiladas ni bigotes a lo Dalí; no habría bajonas de lozas o peos exterminadores de amigos, crótalos, ni "me pongo los zapatos y voy"; no habría piernas que parecen lo que no son, vino en copas de globo, ni "axoooooo tiaaaaaa princi princi", besos negros a padres, Caños de Meca o depilaciones que te vuelven pobre; no habría Aldeas Globales, descuidos en un sofá del pirulo, vídeos apoteósicos en móviles, "Rubí" hasta las 5 de la mañana o videollamadas a Italia; no habría peces con crónica de una muerte anunciada, pecas rabiosas, puños que no lo son tanto ni síndromes canon; ni Frida por doquier, peces de ciudad, huevos puff o enfermas del maquillaje y los carnavales, ni relojes rojos que no gustan, ni extensiones rubias, ni chupachus en boca de todos. 


Seria insípido, incoloro e inodoro. No sería tan escandalosamente perfecto lo imperfecto ni el tiempo vivido valdría sus años en oro. 

Os odio dulcemente.



sábado, 10 de diciembre de 2011

HOY ME HE ENAMORADO EN CADA ENCONTRONAZO

A veces ocurre que caminas, que no paseas, porque pasear es cuando lo haces por gusto, bien para distraerte, para mojarte, para pensar cosas malas, cosas buenas, para buscar miradas o escuchar música. Así que, a veces ocurre, que caminas porque necesitas un lienzo que destrozar, por ejemplo, y te vas enamorando de la gente. De repente todo el mundo te cae bien. Miras aquel tipo a través del cristal del bar como sonríe a la chica con el pelo negro azabache y piensas en la suerte que tiene ella, te cruzas con una señora con su propio concepto de elegancia y su Chanel nº 5 te da un hostiazo, pero lejos de molestarte te entra gracia, o de repente te cruzas con el primer chino en tu vida que te ha  parecido atractivo y piensas... ¡coño!... que congratuliente (que no existe) estoy hoy. 

¿Porqué de repente te conmueven tanto los desconocidos? 

Porque te gusta pensar que esos desconocidos cuando llegan a casa se sienten casi tan solos y perdidos como lo estás tú, y que sonríen y se hacen los felices, los seguros de si mismos o los atractivos tanto como te lo haces tú, porque te gusta creer que quienes se cruzan contigo piensan cosas buenas de tí y que tu verdadero estado anímico no sobrepasa tu coraza. 


No nos equivoquemos que hoy, simplemente, echo de menos.