Los recuerdos se
colapsan y ya no se cuál utilizar en cada momento, si unas manos, o tal vez una
sonrisa.. o quizás me anime recordar un viaje y el paulatino cambio del paisaje,
tras horas pasadas, con nerviosismo excitante. Ahora no sé cuando poner
comillas, cuando usar paréntesis, qué hacer con los guiones. Acabaré por echar sílabas al té y escribir
con leche y azúcar acerca de cuánto he vivido y he dejado. Se me han vertido
las tildes de los interrogativos y no sé si prefiero pastas con pronombres o
galletas sustantivas…
Mientras se
juega al juego de la amistad todo lo que acontece, todo lo que se dice en
primera persona del presente perfecto, no resulta más que lo que es: un juego
con faltas de ortografía tan gordas que termina siendo un banal intento de un
texto bien expresado.
Una suerte
hubiera sido que la tinta se gastara justo en el momento de escribir el punto y
final, o quizás eso hubiera sido la desdicha más grande y el error más caro. Se
me han vuelto a verter las tildes de los interrogativos… así que, mejor será no
volver a preguntar.